elegirtupropiaaventuradevida

Bienvenido/a

Te invito a continuación a repasar algunos vínculos sobre lo discutido y vivenciado en el taller «Elige tu propia aventura de vida»

Compartimos estas distinciones

El Modelo OSAR ( más información )

Juicios y Hechos ( más información)

Víctima y Protagonista ( más información )

Misión y Visión ( más información )

 

Nos guiamos con las siguientes lecturas

Meditación de la zapatería ( ver abajo )

Uno corre en el entrenamiento, el otro corre para no morir ( leer online )

El dilema del boxeador ( ver abajo )

El relato del balsero ( leer online )

El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl ( leer online )

 

Meditación de la zapatería

«Hablemos de zapatos. Mi hijo mayor decidió un día regalarme un par de zapatos. Debía comprarme los que a él le gustaban.

Fuimos. Me senté a medir el calzado anunciado. Mi número es el 41, dije. Trajeron 41; no me iba. Ese problema que tengo con el empeine, según me explicaron expertos vendedores de calzado y mamá durante toda mi vida.

Mi hijo dijo que me trajeran un 42. Lo miré azorado. Me trajeron un 42. Calzaba fantástico. Compramos y salimos.

Luego me quedé pensando y memorando decenas de escenas en zapaterías diferentes durante decenas de años frente a bellos zapatos, que no me quedaban bien porque yo era 41, y pocos 41, llegaban a satisfacer las exigencias de mis pies.

Descubrí que tal vez yo no era 41, tal vez soy 42…

Miro adelante y pienso: ¿cuántos años necesito aun para revisar todas mis creencias sujetas a definiciones que nunca revisé?.

Jaime Barylko.

 

El dilema del boxeador

Cierta vez, entrevistaron a un boxeador próximo a enfrentar una pelea por un importante título. El periodista indagaba distintos aspectos de la difícil tarea de un boxeador en el cuadrilátero. Entre las muchas preguntas, recuerdo la siguiente: “¿cuál es el golpe que más le duele en una pelea?”. El boxeador respondió sin dubitar con gran profundidad: “los golpes que más me duelen son los que recibe mi familia”.¿Por qué contestaría eso el boxeador?.

El prudente silencio del periodista evidenció lo profundo de la respuesta del boxeador. Éste último completó su respuesta: “cada golpe que me aciertan, sufre más mi familia afuera del cuadrilátero que yo mismo al recibir el golpe. Me duele más su dolor por mi golpe que el golpe mismo”.

Creo que el dilema del boxeador es la mejor forma de entender como nuestros logros no se construyen solamente con nuestro esfuerzo personal, sino que también con el esfuerzo que estamos dispuestos a que los demás hagan por nosotros. En muchas personas, este último esfuerzo es mucho más difícil que el primero.

Diego Caso

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